El desgaste dental forma
parte del envejecimiento, es un proceso fisiológico, irreversible y progresivo con la edad.
Estos pacientes de avanzada
edad necesitan unos tratamientos que se adapten a sus circunstancias especiales, teniendo que priorizar aspectos como la sencillez, la rapidez y muchas veces la
economía.
Este paciente de 74 años
de edad, afectado de desgaste dentario extremo, que deseaba recuperar su estética y
función con el tratamiento más sencillo, atraumático y económico posible.
En el estudio extraoral el dentista observa las consecuencias de estos desgastes y de su pérdida de dimensión
vertical, presentando un perfil cóncavo y una tendencia a la clase lll.
En el análisis de sonrisa
vemos que no hay exposición dentaria en reposo, presenta comisuras y pliegues
labiales invertidos, línea de sonrisa invertida y una sonrisa baja.
Intraoralmente vemos la
gran destrucción dentaria que sufre el paciente, probablemente debido a una
etiología multifactorial, donde se combinan procesos de desgaste dentario de
tipo erosión, atricción, abfracción y abrasión. Con perdidas de dientes en ambas arcadas.
En cuanto al diagnóstico
endodóntico, ningún diente de la arcada superior responde a la prueba de
sensibilidad al frío y son asintomáticos a la percusión, susceptibles de
necrosis pulpar asintomática. Se realizaron endodoncias en todas las piezas.
Para cumplir las
exigencias del paciente en cuanto a sencillez, economía y el menor trauma
posible, se diseña un plan de tratamiento a seguir en la arcada superior con un puente metal porcelana de 10 piezas y en la arcada inferior un removible parcial de acrílico. Posteriormente se realiza una férula miorrelajante tipo michigan.
Para realizar este plan
de tratamiento era imprescindible conseguir un aumento de la dimensión
vertical, por lo que se confeccionó una prótesis provisional de resina sobre
los dientes superiores.
Con esta dimensión
vertical se creaba espacio suficiente para reconstruir el sector
antero-superior.
Para ello hicimos un
encerado diagnóstico atendiendo a las proporciones dentarias ideales, que
nos servirá para confeccionar una llave de silicona que nos guiará para nuestras
restauraciones.
En esta situación se dejó
al paciente durante 3 meses para asegurarnos su adaptación y la desprogramación. En la arcada inferior se tuvieron en cuenta la limitaciones
económicas del paciente, realizando un removible de acrílico.
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